Las Cañas Rugby Club
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Las Cañas Rugby Club es el club de rugby y hockey de Cañuelas, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Fue fundado en Marzo de 1985 y es miembro de la Unión de Rugby de Buenos Aires.
HISTORIA
Hasta mediados de la década del ’80 la ciudad de cañuelas, en la provincia de Buenos Aires, no tenía club de rugby. Como suele suceder en otras localidades, los deportes fuertes y mas populares eran el fútbol y el básquet, que aparecían como casi las únicas opciones para los chicos que buscaban una actividad. Pero hacia 1985 un grupo de chicos atraídos por la pelota ovalada decidieron cambiar el rumbo.
Por ese entonces, Agustín “Boyi” Sulpis vivía desde hacía algunos años con su familia en Cañuelas, tercera línea en Regatas de Bella Vista de toda la vida, casamiento y posterior mudanza. Pero cada 15 días volvía a sus pagos de Bella Vista para llevar a su hijo Agustín a entrenar y para ver jugar a su club con sus amigos. Tal vez por obra del destino, quizás por intuición infantil, un grupo de chicos de no más de 13 años se cruzaron con el ex jugador y le pidieron que les enseñara a jugar al rugby. “Yo en principio los subestimé”, confiesa Sulpis, “les dije que no alcanzaba con los que eran, que hacía falta mas gente. A los veinte días tenía 30 chicos tocándome el timbre otra vez”.
Así fue como se instaló en el quincho de su casa con los pequeños y un pizarrón para explicarles los principios básicos del juego y, principalmente, su filosofía. “Mi desafío era grande, tenía que hacer a los chicos filosóficamente, porque no eran del palo y deportivamente porque no tenían idea. También comprometer a las familias, que venían de los ambientes del fútbol y básquet y a quiénes el rugby no les gustaba nada”.
Al poco tiempo logró que el Cañueals Futbol Club le prestara la cancha de básquet, pero las instalaciones no servían más que para hacer una rueda de pases y seguir hablando. “Los chicos ya estaban podridos de oírme, ¡Querían jugar! Entonces le pedí a los dirigentes del club si me podían dar la cancha de fútbol”. Por el módico precio de un peso- recaudado para el consumo de luz- cada martes y jueves los chicos, que para entonces ya llegaban a 80, aprendían y practicaban en la cancha de fútbol. Fue una de esas noches que eligieron el nombre y los colores que identificaría como de rugby: Las Cañas (por la relación con cañuelas) y verde y amarillo para las camisetas. Todo iba viento en popa, hasta que una noche los dirigentes de fútbol protestaron porque la cancha se estaba arruinando y el club se quedó sin lugar dónde jugar.
“Para mi ese fue un telón del club. Nos dio la pauta de que necesitábamos nuestro propio lugar, pero antes de llegar a eso tuvimos que deambular por todos los terrenos baldíos de Cañuelas, por colegios, incluso por un predio hermoso que nos prestó un amigo en 1986 y que usamos hasta el 89”. Con la colaboración de padres y chicos, el predio prestado fue totalmente remodelado: los galpones de pollos se convirtieron en vestuarios, el monte en dos canchas (la de entrenamiento y la de partido). Un trabajo a puro pulmón que tuvo su recompensa. Durante esos años el club creció muchísimo y la primera división debutó en un amistoso contra Monte Grande Rugby Club. Partido perdido, pero aprovechado por el entrenador, quien todavía atesora y muestra orgulloso su cuaderno de tapa blanda con anotaciones sobre lo sucedido en la cancha ese día y las cosas a mejorar. “Al principio un solo juego de camisetas y buzos que iban pasando por distintos jugadores”, recuerda con nostalgia Sulpis.
Finalmente en 1989, tras varias rifas, ahorros y muchos trabajos de los fundadores y socios, Las Cañas logro comparar un predio propio en las calles Carlos Pellegrini y Santa Cruz, en las afueras de la ciudad.
Competencia
Buscando generar un espacio de competencia para los clubes que respectivamente habían fundado Agustín “Boyi” Sulpis y Arturo Rodriguez Jurado- quién se había radicado en General Belgrano-, se juntaron con Ricardo Müller que vivía en Chascomús y con Roberto Paz, de Brandsen, para hacer encuentros amistosos. Luego de un año de partidos, en 1988 fundaron lo que dieron a llamar la Unión Cuenca del Salado de Rugby, una liga para clubes del sur provincia a la cual luego se agregaron luego siete instituciones (Lobos, Alvear, Saladillo, San Vicente y Glew, entre otros).
Con Regatas, San Cirano y San Albano como padrinos, Las Cañas ingresó a la URBA en 1992. Sulpis recuerda que para 1991, comenzó a notar que si bien la Unión Cuenca del Salado les otorgaba un ámbito competitivo importante a las cañas, ya le quedaba chico. Muchos de los clubes no contaban con todas las divisiones, por lo cual muchos sábados algunos equipos de Las Cañas se quedaban sin jugar. Eso comenzó a generar aburrimiento y deserciones. “Ahí entonces, teníamos una estructura bastante armada, con una manija bastante grande, una bola de nieve que no podía parar… y no quería parar. Entonces pensé que era el momento de jugarse a dar un salto grande, porque sino no pasaba a la URBA en ese momento se iba todo al diablo”, recuerda. Luego de la decisión por el cambio fue unánime y comenzó una nueva etapa de trabajo intensivo para ajustar el predio a los requerimientos de la Unión. Con esfuerzo y colaboración lograron tener a punto todas las instalaciones y la URBA les dio la bienvenida.